Es sorprendente el recorrido a orillas del Río Cabra, que constituye un entorno natural de reconocida importancia y en cuyas márgenes se mantienen algunas de las manchasde bosque de ribera mejor conservadas del oriente de Asturias. Estos bosques están constituidos fundamentalmente por alisos y se sitúan en primera línea respecto al cauce. Son cerrados y oscuros, y pueden llegar a formar galerías al unirse las copas de ambas orillas, por eso también se conoce como ‘bosque de galerías’. Este río destaca además por albergar una de las poblaciones de nutrias más estables de Asturias. Es indispensable ver el nacimiento del Cabra, tan impresionante que su visita nos compensa del cansancio invertido en el camino.
Además de las señalizaciones de los recorridos se han instalado paneles informativos que hacen referencia a elementos naturales, históricos o etnográficos del valle. Todos ellos han sido dibujados por Julio Rey (el 50% de los ilustradores Gallego y Rey), cuya madre era llanisca y siente gran vinculación por la zona. Los ha concebido como una moneda: en una cara está la ilustración y en la otra la explicación de lo que se puede observar. Todos representan las paradas emblemáticas de la Ruta de los Colores; para algunos ha creado personajes alegóricos, para otros se ha inspirado en personajes reales e incluso ha fundido en la misma ilustración dos especies, como la nutria y el alimoche para representar la fauna más característica de la zona.
Los paneles gráficos explican las localizaciones más emblemáticas: las casonas de indianos, los molinos, la Sierra Plana de la Borbolla, las prehistóricas pinturas tribales representadas en rocas, el nacimiento del río Cabra, los remansos donde viven las nutrias o las bóvedas formadas por las copas de ramas de los árboles que se cierran formando un pasillo inmune a la luz del sol. Una ruta imprescindible para conocer la mejor representación del Oriente asturiano.
Fuente Rocío Rodríguez | viajestic. ATRESMEDIA |